¿Habéis visto alguna vez una luciérnaga?

Las recordamos hace mucho, de alguna excursión a la montaña, de cogerlas con nuestras manitas y cerrarlas un poquito para ver cómo lucían...

En la historia que hemos contado hoy Luci se ha perdido y no encuentra el camino para volver a casa.

Va volando de un lado a otro buscando las luces de sus amigos pero cada vez que encuentra una luz, no es lo que esperaba.



Nosotros hemos querido ayudar a Luci a volver a casa y para ello hemos aprendido a dibujarla en una cartulina blanca mediante pasos muy sencillos.

Le hemos puesto antenitas y una luz que brillará siempre y después le hemos hecho una casita para que viva con nosotros.

La jaula la hemos decorado a nuestro gusto.
Hay niños que han decidido pintarla iguales siguiendo una serie de patrones que se iban inventando  (flores, pájaros, corazones), otros han decidido pintarla multicolor o a rayas de colores...



Con un poquito de cuerda y celo hemos colgado a Luci de la jaula.

Si acercamos a la luciérnaga un poquito a una bombilla lucirá a nuestro lado mientras nos durmamos.

Hemos recogido entre todos los lapiceros y los papelitos que han sobrado y hemos almorzado galletas de colores, que nunca fallan.
Cada vez somos más, así que la foto de grupo ha sido a lo grande jeje.
Gracias a todos por venir y por dejar un comentario por aquí.